Yanina Soria
Con el cronograma electoral corriendo y dos fechas fatales muy cerca (miércoles próximo presentación de alianzas y en 12 días, cierre de listas), el oficialismo provincial necesita saber con quiénes cuenta para la campaña y el trabajo territorial que se abre.
El hecho de ir separado del Frente de Todos y que el espacio nacional se haya quedado con una porción del PJ Córdoba, obliga al peronismo del gobernador Juan Schiaretti a pasar un tamiz por su estructura y depurar el padrón interno.
Era sabido, el juego de presiones sobre los albertistas que hoy son parte de Hacemos por Córdoba iba a llegar en algún momento. Y ese tiempo es hoy.
El trabajo de conteo interno está bien demarcado dentro del schiarettismo: los ministros vinculados al interior provincial se encargan de los intendentes; mientras que los funcionarios con responsabilidad legislativa se recuestan sobre el bloque oficialista.
Justamente en la Legislatura de Córdoba es donde más clara quedó expuesta aquella fractura inicial dentro del peronismo provincial luego de que el senador Carlos Caserio diera el puntapié inicial y se animara a desafiar a Schiaretti.
Su corrimiento hacia el albertismo tuvo un correlato legislativo inmediato: unos 11 parlamentarios conformaron una especie de sub bloque dentro del oficialismo. Allí se ubicaron inicialmente Mariana Caserio, Rodrigo Rufeil, Carlos Presas, Natalia Martínez, Laura Labat, Franco Miranda, Gustavo Eslava, María Eslava, Tania Kyshakevych, Miguel Maldonado y Walter Saieg.
Si bien nunca hubo un desprendimiento formal de la bancada mayoritaria, por momentos ese polo de legisladores que políticamente respondía a Caserio puso en duda el acompañamiento de algunos proyectos importantes para el schiarettismo, obligándolo a discutir y negociar algunos aspectos.
Sin embargo, ese grupo ya no funciona tan cohesionado y la realidad es que en el “poroteo” departamental que hacen desde los principales despachos legislativos, cuentan a la mayoría de esos legisladores del lado de Hacemos por Córdoba o, por lo menos, no trabajando para la lista del Frente de Todos. El presidente provisional y actual jefe de campaña, Oscar González, es uno de los principales articuladores en ese sentido.
Excepto a la hija del senador y a Miguel Maldonado, legislador departamental por Punilla, al resto, el oficialismo cree poder reconquistar.
De hecho, ya cuentan de regreso al histórico dirigente de Colón, Carlos Presas, uno de los principales referentes legislativos que tuvo el albertismo durante este tiempo y a quien ya se lo vio compartiendo actividades institucionales en los últimos días con el vicegobernador Manuel Calvo. Con él también suman a Natalia Martínez, legisladora por el mismo distrito.
Tania Kyshakevych es a otra de las que ya contabilizan adentro; desde el schiarettismo aseguran que hubo conversaciones con la referente de Ischilín en las que la mujer habría manifestado su intención de pelear por la intendencia de Deán Funes en el ´23 lo que la motivaría a mantenerse hoy más cerca de Hacemos por Córdoba.
Precisamente el horizonte del 2023 es uno de los puntos claves que moviliza a muchos de los dirigentes hoy enrolados en el Frente de Todos y que leen que será imposible afrontar el proceso que se viene sin la unidad del todo el peronismo. En ese sentido calibran costo/beneficio y no son pocos los que entienden que la mejor opción es no sacar hoy los pies del plato.
Existen otros tres nombres de ese pelotón inicial de albertistas sobre los que no asoma tan claro por dónde se moverán: los nazaristas Franco Miranda y Laura Labat; y Walter Saieg, de Santa María. Si bien el ex funcionario nacional participó este fin de semana de una reunión con Caserio en Río Tercero, desde el schiarettismo no le cierran la puerta a un nuevo entendimiento con el ex intendente Alta Gracia.
Por otro lado, aunque a la ex diputada Adriana Nazario muchos ya la estén ubicando como candidata en la boleta del Frente de Todos, desde su entorno señalan que difícilmente eso ocurra. A su vez, la última pareja del ex gobernador José Manuel de la Sota también fue contactada en varias oportunidades recientemente por emisarios del gobernador Schiaretti para superar diferencias y sumarla a las arenas del oficialismo de nuevo. Por ahora, la mujer se mantiene en el carril del medio y, por ende, sus dirigentes también. Al menos hasta que se conozcan algunas definiciones en los próximos días.
Para los dirigentes vinculados al campo, entre ellos los del sur cordobés, fue difícil defender algunas acciones y resoluciones del gobierno nacional que atentaban contra ese sector y las economías regionales. Desde esa perspectiva, se sintieron más cómodos con la postura que tuvo schiarettismo, criticada por el “caserismo”
Volviendo al conteo de los legisladores, vale recordar que con la salida de Rodrigo Rufeil el albertismo perdió otra de sus principales espadas legislativas; en su lugar asumió una funcionaria del gobierno de Gustavo Brandán (Colonia Caroya) que decididamente juega para Schiaretti.
Lo cierto es que el bloque de los 11 que prometía -por lo menos- no hacerle las cosas tan fáciles a un oficialismo con mayoría agravada y generar desde el parlamento provincial algo de ruido político, se quedó a mitad de camino. La realidad muestra un espacio desdibujado y desarticulado; que hace mucho no se reúne ni discute posicionamientos conjuntos. De hecho, existen diferencias internas que quedaron expuestas, por ejemplo, en proyectos votados recientemente. La declaración de “preocupación” por la decisión del gobierno de Alberto Fernández de suspender por 30 días las exportaciones de carne, fue uno de ellos.
Esta circunstancia será aprovechada al máximo por un Hacemos por Córdoba que tratará de retener hasta el último dirigente. El operativo seducción ya comenzó y en breve se conocerán los resultados.
La entrada Arrancó el poroteo legislativo: HpC seduce a albertistas se publicó primero en Diario Alfil.
