Por Bettina Marengo
Con las listas legislativas definidas, el Frente de Todos de Córdoba comenzó a transitar una campaña que será “quirúrgica” en las intervenciones en el territorio, teniendo en cuenta que la pandemia no permite por ahora actos colectivos o en lugares cerrados.
Ayer la concejala Olga Riutort tuvo su primer encuentro con la dirigencia capitalina, ya instalada como segunda candidata a diputada nacional, detrás del villamariense Martin Gill. Caserio, en tanto, empezaba a la tarde su recorrido “organizativo” por departamentos del oeste provincial, luego de reunirse con gremios locales.
Hay buen ánimo en el peronismo albertista cordobés. Consideran que la lista que se logró es suficientemente fuerte en el mayoritario departamento Capital, con Riutort, Pablo Carro e Ilda Bustos como candidatos con capacidad comunicativa y training mediático, en una campaña que como se dijo, el Covid obligará a llevar por los medios y las redes. Y ponderan que los intendentes, con el secretario de Obras Públicas a la cabeza, serán engranajes para mostrar la profusa obra pública que la Nación está haciendo en Córdoba desde que Alberto Fernandez llegó al gobierno.
El análisis que hacen los frentetodistas es que el 80% de los intendente del PJ cuyos municipios o comunas no tienen carta orgánica propia, no tienen posibilidad de reelección en 2023, lo que los libera de trabajar en forma mancomunada con la campaña de Schiaretti para recibir, como condición para recibir apoyo en sus ulteriores campañas. “Ahí empiezan a tallar más las obras nacionales para sus pueblos y ciudades que la presión del Panal”, argumentan.
Es la mejor lista posible y en Hacemos por Córdoba están asustados”, redondeó una alta fuente del espacio.
De hecho, si bien la estrategia fina de la campaña está en proceso de definición, uno de los ejes centrales del FdT será mostrar las obras que el gobierno nacional hizo en Córdoba en los últimos 18 meses, ponerlas en valor, evitar que las capitalice el gobernador Juan Schiaretti y los candidatos del cordobesismo y desarticular la idea de que Córdoba está al margen de lo que sucede en el país.
En ese marco, está prevista la visita de distintos ministros y funcionarios del gobierno de Alberto Fernandez a Córdoba durante la etapa proselitista. El martes de la semana próxima debutaría el primero, todavía a confirmar.
En cuanto a la jefatura de campaña, Caserio impulsa para ese rol a Rodrigo Rufeil, exlegislador y referente del departamento Colón que actualmente se desempeña como director de Trenes Argentinos en el Ministerio de Transporte de la Nación. Se trata de un dirigente de extrema confianza del candidato a senador. Gill quiere que alguien de su círculo íntimo también maneje los hilos, aunque ya ubicó en la lista de Diputados a su intendente más cercano, el villanuevense Natalio Graglia.
La decisión de ponderar la obras nacionales en Córdoba se hizo evidente desde el minuto cero de la campaña, pero es de esperar que haya matices entre los dos hombres fuertes de la listas, Caserio y Gill. En las distintas notas periodísticas que brindó tras su oficialización como candidato, el villamariense dio números y detalles de las inversiones realizadas en lo que va de la gestión de AF, pero evitando confrontar con el PJ provincial. De hecho, tras hablar de “dar vuelta la página de los desencuentros” con la provincia mediterránea, expresó su convicción de que luego de las legislativas de noviembre, se avanzará en “la unidad del peronismo de Córdoba”. “Estoy convencido respecto a la necesidad de avanzar en la unidad del peronismo. Pero primaron otros intereses y estudios de opinión. Muchas veces se gobierna en base a eso”, dijo en una nota con Radio Nacional Córdoba, cuando se le preguntó por qué no fue posible armar una lista única con el PJ schiarettista. Y agregó: “Se está dando un proceso de renovación en el justicialismo de Córdoba. Yo tengo la convicción de que después de esta elección vamos a trabajar para avanzar en un proceso de trabajo conjunto para el año 2023”.
Esta posición de no confrontación seguramente lo diferenciará de Caserio, que tiene una sola bolilla para quedarse en el Senado y se juega otras cosas de cara al futuro político de la provincia. Es de esperar que el senador nacional ponga en juego los modelos de país en pugna entre el proyecto del peronismo y el FdT frente al modelo del macrismo y de Juntos por el Cambio, y embrete a Schiaretti, y a su contrincante directa para la cámara Alta, Alejandra Vigo, para que salgan y definan por fuera de los límites de los intereses de Córdoba, que será el eje dominante de HpC.
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