Gisella Cardia, la vidente de la Virgen llorosa que divide a Italia

La vidente Gisella Cardia les hace creer en un prodigio. Desde hace cinco años, multitudes de fieles se reúnen en oración en una colina, convertida en un santuario, en Trevignano Romano, un pueblo de 5.000 habitantes con vistas al lago Bracciano, a 47 kilómetros de Roma. Llegan desde Italia y desde diversos países de Europa , sobre todo de Polonia. La llamada Virgen de Trevignano aparece el día 3 de cada mes y da un mensaje a la humanidad a través de Gisella Cardia, 53 años, exempresaria siciliana convertida en vidente. Noticia Relacionada reportaje Si Garabandal, las 'apariciones' de la Virgen no aprobadas por la Iglesia que siguen atrayendo fieles 60 años después Beatriz L. Echazarreta Cuatro niñas de un pueblo cántabro aseguraron entrar en éxtasis y ver a la Virgen en 2.000 ocasiones. La Iglesia nunca reconoció las visiones, pero los garabandalistas «esperan el milagro» Ella cuenta que «un viaje de peregrinación en el 2014 con su marido al Santuario de la Virgen de Medjugorje en Bosnia Herzegovina conmocionó su vida« –las apariciones de Medjugorje a seis niños, iniciadas en 1981, no han sido reconocidas oficialmente por el Vaticano, pero atraen a millones de fieles–. En ese viaje Gisella compró una estatua de la Virgen que ha llorado supuestas lágrimas de sangre en su casa . El teólogo capuchino Flavio Ubodi describe en un libro las principales experiencias místicas de la vidente Gisella: «El viaje a Medjugorje marcó el inicio de una serie de hechos de carácter sobrenatural: estigmas de la pasión de Jesús en el cuerpo de la mística durante la Cuaresma, frases e imágenes que aparecían en las paredes de la casa del matrimonio, señales del cielo…». Gisella no es profeta en su tierra. En Trevignano no despierta simpatías . Hay agitación y disgusto por la invasión de peregrinos el 3 de cada mes. Un vecino dice: «Cuando veo llegar niños enfermos desde Polonia, me da rabia». Con sarcasmo, una vecina apunta: «Nuestro lago Bracciano es como el Tiberiades y no lo sabíamos». Gisella no se inmuta. Sus seguidores aumentan cada día, gracias a una página web, donde explica su actividad, cómo enviarle donativos y ofrece citas particulares para consultas. La gran duda ¿Es todo un montaje de la vidente, un fenómeno paranormal o simplemente el resultado de la sugestión? Esta es la pregunta que muchos se hacen hoy, porque cada día aparecen noticias relacionadas con Gisella publicadas en diarios, revistas y televisiones. En las redes sociales hay opiniones para todos los gustos , aunque la mayoría son escépticos. Por ejemplo, un tal Massimiliano afirma en un foro: «Yo creo y le agradezco a Dios que envíe a nuestra Madre». Le responde Rita Saba: «¡Qué especular así sobre la credulidad de tantos ingenuos!». Salvatore Giovanni se muestra creyente, pero rechaza estas apariciones: «Este enésimo fenómeno de estatuillas sagradas que lloran sangre, confunde aún más la mente de quienes desean acercarse a Dios». Cardia tiene una web donde explica su actividad, cómo enviar donativos y pedir citas privadas El obispo Marco Salvi, de la diócesis Civita Castellana a la que pertenece Trevignano, ha anunciado la creación de una comisión de investigación con el fin de arrojar luz sobre el fenómeno. « Mi apoyo es para el rezo del rosario , no por las apariciones sobre las que nadie se ha pronunciado en la curia«, afirma. Mientras, la Virgen acude puntual a su cita cada mes. El pasado 3 de marzo, en presencia de unas 700 personas, Gisella tomó nota del mensaje de la Madonna, con un contenido muy genérico , como siempre. Esta es la síntesis: «Hijos míos, os pido que volváis a Dios, sin él nada podréis hacer. No os dejéis tentar por Satanás , él sabe que perderá«. Algunos creen en este tipo de fenómenos, por diferentes motivos que explica el profesor de Psicología Social, Lorenzo Montali, vicepresidente del Comité para el Control sobre Pseudociencias: »Hay personas que acuden por un problema, como un duelo o un familiar enfermo. Para ellos, Trevigano es una esperanza. Otros buscan un apoyo a sus creencias religiosas. También hay un impulso de querer ser testigo de un evento extraordinario. Cada uno tiene su propia historia, con matices subjetivos«.

Fuente: ABC