Un tunecino asesina a una funcionaria de Policía en un pueblo multicultural de la periferia de París

Entre las 14.15 y las 14.30 horas de este viernes un hombre de nacionalidad tunecina, residente en Francia desde 2019, entró tranquilamente en una comisaría de Rambouillet, se dirigió hacia una funcionaria de 49 años y la asesinó con un cuchillo, con el que le asestó varios golpes, en el rostro y el cuello.

Se confirma la sospecha de que se trata de un crimen yihadista y la La Fiscalía nacional antiterrorista ha abierto y dirigirá la investigación.

La funcionaria acababa de regresar tras la pausa de la hora de la comida. Varios policías que entraban en la comisaría contemplaron el asesinato, a cierta distancia, sin poder intervenir, y mataron a tiros al criminal que intentaba huir corriendo.

Los bomberos llegaron con extrema rapidez, pero no pudieron salvar la vida de la funcionaria, que agonizó en la camilla donde sería trasladada a un hospital.

La Fiscalía del Estado comenzó por afirmar que se desconocía la motivación del asesinato, ordenando una investigación preliminar a la Fiscalía nacional antiterrorista.

Rambouillet (27.000 habitantes) es una pequeña localidad situada en el departamento de Yvelines (1,5 millones de habitantes), al oeste de París, con una población multicultural importante.

El primer ministro llama «heroína» a la víctima

Jean Castex, primer ministro, y Gérald Darmanin, ministro del Interior, se apresuraron a visitar la comisaría de Rambouillet, poniendo de manifiesto la gravedad palmaria del caso, a la espera de conocer las presuntas motivaciones del asesinato, que tiene un estilo bastante clásico en la ‘tradición’ de la criminalidad islamista radical.

En una primera declaración, Castex afirmó: «La República ha perdido una de sus heroínas de la vida de cada día, víctima de un gesto bárbaro de una infinita cobardía. Deseo hacer llegar a los familiares de la víctima el dolor y el apoyo de toda la Nación. A nuestras fuerzas de seguridad les hago llegar nuestra emoción e indignación».

El mes octubre pasado, un profesor fue degollado por un fanático musulmán en Conflans-Sainte-Honorine (36.000 habitantes), otra ciudad del mismo departamento de Yvelines.

Un año antes, otro fanático musulmán asesinó a cuatro funcionarios de la Prefectura de París, el corazón policial de Francia, siguiendo un ritual muy semejante, con el mismo método.

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Fuente: ABC